miércoles, 31 de diciembre de 2014

Y aquí estoy, de nuevo... balanceandome de un extremo al otro entre lo que pienso y lo que hago. ¿Vivir contará como un oficio temporal?

Han pasado últimamente muchas cosas importantes en mi vida que me han hecho reflexionar. He tenido el tiempo para añorar a todos aquellos que se han ido y  a todos aquellos que están por venir; he tenido que cerrar los ojos para que la esperanza no se me escape. Ahora que es el momento de afrontar de manera más individual el mundo, de poner en practica todos los conocimientos y el talento para seguirme preparando, le doy vuelta al calendario como acto de reconstrucción. Un nuevo año, un tiempo de despedir fantasmas, de no repetir errores, de mirar hacia adelante; un tiempo para volver a empezar cuando haga falta, para perdonar y para regalarte la oportunidad de ser feliz.

Nos esperan nuevas formas de ser, sin dejar de ser los mismos; nuevas formas de querer sin cambiar de amores; nuevas historias para los mismos comienzos y nuevos comienzos para las mismas historias.



                               

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Una carta de despedida para Angelina.


Para mi amiga Angella que se va de Venezuela, la hermana que me regalo los años estudiados en el colegio.


Hoy comienza una nueva etapa de tu vida; una de la que quizá tengas una idea pero ahora si se completará "la otra cara de la moneda" con nuevas experiencias.  La vida del inmigrante es una vida muy particular, hay muchos cambios, hay muchas cosas nuevas, hay condiciones que trasforman tu manera de pensar y dan nuevas perspectivas. Cuando uno se va de su casa, de su país, de lo que para uno es normal, entrega cosas y recibe otras. Ojalá lidiar con eso fuera tan sencillo como decirlo. Ahora tal vez la frase: "vamos a mi casa" tenga una tonalidad diferente y tu administración del dinero cambie; los abrazos de tu hermana y de tu papá, se convertirán en largas conversaciones por Skype; las arepas, las cachapas y la malta, entre otras cosas, serán cosas que te harán sentir más en casa; los amigos esos que tiene un puesto importante en tu vida, son familia de la que te ves obligada a separarte. Ese pasaje que compraste ya no tiene regreso; no porque no puedas volver a Venezuela, sino porque cada día cambias un poco y la persona que estará pisando hoy el piso del aeropuerto internacional de Maiquetía ya no estará de vuelta. 

Me siento un poco triste aunque feliz por ti, por tu nueva etapa, por saber que tu vida va a estar llena de nuevos inicios y por sobre todas las cosas por haber formado parte de un antiguo pero importante ciclo en tu vida. Siempre te estaré agradecida por todos los momentos que hemos compartido juntas y por todo lo que me enseñaste sin saberlo. La verdad es que me encantaría poder escribir una carta que resuma la maravillosa persona que eres y lo muy afortunada que soy por ser y por haber sido tu amiga durante tanto tiempo; me encantaría tener las palabras precisas para describir todos los tan divertidos y buenos momentos que se cruzan ahora por mis pensamientos pues ya sabes que dicen que lo que se escribe no se olvida y yo no quiero ser olvidada; sin embargo, nunca se me había hecho tan difícil escribir una carta. Nunca estamos preparados para decirle adiós a alguien a quien queremos y mucho menos si eso implica no saber exactamente cuando podrás volver a darle un abrazo. Escribir estas cartas, la tuya y la de Bárbara se ha convertido en un nuevo desafío al que debo enfrentarme. Todo será más tranquilo y aburrido sin ustedes aquí, sin nuestras pijamadas con tequila barato, sin tus caídas o sin los malos humores de Bárbara; sin mis modelos favoritas.

Forma parte de la vida, de la nueva etapa que también inicio yo, lidiar con eso. El miedo que siento, el cual supongo que compartimos es normal, tenerle miedo a ese monstruo desconocido que se escondía bajo la cama, se le parece bastante al miedo que siento cuando asomo la cabeza a este nuevo mundo, a estas nuevas metas, a las nuevas circunstancias que implican. Por suerte, es el monstruo bajo tú cama el que te tiene miedo. Por suerte el miedo sólo es algo temporal. Las extrañare cada vez que las recuerde durante toda mi vida. 

A veces no nos damos cuenta pero desperdiciamos mucho tiempo preguntándonos el por qué de todo en vez de disfrutar la vida misma. Mi deseo, mi consejo, es que sigas abrazando fuerte, riendo mucho, bailando descalza o con tacones, gritando al viento, pidiendo deseos como un niño sin serlo ya. Al fin y al cabo nunca sabremos si muchas de las cosas que hicimos habrán valido la pena, pero lo importante es haberlas sentido. No es lo que decimos sino lo que ponemos en práctica lo que nos da integridad como personas. 

Los verdaderos amigos no se cuentan; se disfrutan. La amistad no se trata de coleccionar números. Te estaré esperando ansiosa con un tequilazo esta vez del bueno, del costoso en la nevera, por los buenos tiempos, porque los amigos y la familia son las personas que perduran en el tiempo y quienes le dan sentido al mismo. Un beso desde la distancia geográfica más no emocional. Que consigas la paz en todo lo que hagas, que lo hagas con amor y dando lo mejor de ti y de  no ser así, que tengas la valentía para empezar de nuevo.  Esa es la felicidad a la cual basamos nuestra vida en su búsqueda sin saber que la llevamos con nosotros. Adentro.  El mayor éxito es el que te deseo desde lo más profundo de mi corazón.  

Te quiere mucho y (justo en el momento en que termines de leer esta carta) ya te empieza a extrañar, Alu. 


La amistad supera las circunstancias. 


sábado, 12 de julio de 2014

Te amo. Tú sabes quien eres.

Ésta es nuestra historia. Sólo nosotros dos la hemos vivido; sólo nosotros dos podemos contarla y sentirla; viajar a través de los recuerdos y extrañar a aquellas personas que ya dejamos de ser.  Sólo a nosotros dos, pese al tiempo y la distancia, ésta misma historia que estoy por contar, nos mantendrá unidos. Por siempre, porque siempre será nuestra, sólo nuestra.

En la vida que nos toco vivir, no todo es ni puede ser perfecto. Cuando tenemos algo, suponemos que necesitamos de algo más para estar mejor y es que son muchas las cosas que no decidimos para nosotros con las que tenemos y tendremos que vivir. Yo tuve el honor, el privilegio que tú fueras una de ellas.

Desde que tengo recuerdos tú formas parte de ellos y me atrevería a afirmar que eso es uno de los grandes tesoros de nuestra relación. Los paseos y el tiempo en casa no serian como los recordamos sino hubiéramos compartido y aprendido tanto el uno del otro y quizás, esto no se  hubiera dado si no tuviéramos la condición que tenemos. Es algo que nunca sabremos y a veces, resulta mejor pensar que hubiera sido así por consuelo.

Eres una de las personas que más conozco y me conocen. Me conoces tanto como yo misma. Te has vuelto un gran  hombre en cuestión de un abrir y cerrar de ojos.  Te has vuelto protector y es que sé, que harías lo que fuera para no dejar que algo me pasará. Te has vuelto tan paciente que has aprendido a manejar todas mis emociones; hasta esas que ni yo misma sé como manejarlas. Eso lo valoro mucho, ese especial esfuerzo tan tuyo  por hacer que las cosas funcionen «recordando que tengo a una hermosa mujer», te has vuelto tan creativo, divertido y bueno que siempre he deseado encontrarme alguien como tú para mi.

Contigo el no hacer nada se vuelve el plan perfecto porque sólo es suficiente jugar con las mentiras para olvidar por un rato nuestra verdad y todos los problemas que cargamos en nuestros hombros.

Siempre te dejas ver, en las buenas y en las malas, porque eso hacen los amigos. O no son amigos. Tú eres el mejor amigo.



jueves, 3 de julio de 2014

La vida sigue si, pero uno lo decide, se para, camina y hace que la vida siga siguiendo.

Que fácil parece todo hasta que te toca hacer lo que criticas con tanta dureza... en un pequeño descuido podemos quedarnos encerrados tras los muros que nosotros mismos nos construimos. Ojala aprendiéramos a soltar con la misma facilidad con la que agarramos. No hay forma orgullosa de amar lindo, sépanlo; la inmensa mayoría de nosotros, sólo tiene que dar el amor que recibe. 

Él le enseño que era el amor; ella por su parte,  le enseño como hacerlo.  Ella tenia miedos que se convertían en distancia hasta que se pregunto, ¿qué sería de la vida si no tuviésemos el valor de amar de nuevo?, Y entonces sonrió, porque sabia que estaba haciendo lo correcto. Atreverse a recibir amor, pero sobre todo, atreverse a darlo. Un día se dio cuenta que ya no pertenecía a un lugar, sino a una persona y entonces pudo afirmar que amaba a alguien. Que amaba todo de él; hasta lo que el odia de si mismo. Sabia que podemos usar mascaras, pero el alma es completamente trasparente.  

Amar nos vuelve honestos, al menos una vez. 



A veces, cuando abrimos una puerta, no estamos conscientes de todo lo que puede entrar, o de todo lo que puede percibir que algo se abrió. Uno siempre termina enamorándose de la persona menos esperada porque esperar amigos, no sirve para nada. El mejor momento siempre es el hoy. 


Siempre hay flores para quien quiera verlas. Siempre tendremos infinitos motivos para seguir.  Haberte encontrado, significo regresar a casa.   

Gracias,  por ser tan especial...


lunes, 12 de mayo de 2014

Uno no olvida, uno cicatriza.

Esta es una historia sencilla, aunque no fácil de contar. Intentaba convencerme que él nunca más volvería y el "te lo dije" duele más cuando te lo dices a ti mismo.  Los errores más caros son todos aquellos que nos cuestan tiempo; la madurez que necesitamos para entender y aceptar las vueltas de la vida no te la da la edad, la madurez la adquieres con todo el amor que has recibido y lo que aprendes a hacer con él.

¿Cómo seguir adelante a pesar de nosotros mismos? ¿Qué tan lejos estamos del que queríamos ser? , vamos buscando esas respuestas en todos los lugares, sin darnos cuenta que las sabemos incluso antes de conocer las preguntas, pues las llevamos con nosotros. Aquello que no necesita ser gritado a los cuatro vientos también nos define y al final, cuando comprendemos que tipo de personas somos, dejamos de necesitar que los demás nos comprendan.

No cambiaría nada, necesitaba aprender todo lo que aprendí.

Encontré entre mis recuerdos aquella frase a medio acabar que nunca tuve el valor de decirle. A veces me parecía que el alma no le cabía en el cuerpo y se le desbordaba por los ojos. y es que, yo estaba tan segura de amarlo a él, como él lo estaba de no amarme a mí. En ocasiones lo sigo buscando cada día, en cada nuevo hombre pero nadie consigue igualarlo. Todos son mejores.  
 

lunes, 14 de abril de 2014

Ella no buscaba a nadie, quizás por eso lo encontró.

Darte cuenta que no has aprendido también es aprender; por eso, en muchas ocasiones lo que nos desvía también nos guía. Me doy cuenta que maduramos cuando nos asustan más las certezas que las incertidumbres, cuando ya no le  tenemos miedo a volvernos tan extraños que tengamos que conocernos otra vez, mejor y más. Maduramos cuando dejamos de luchar contra lo que nos hace bien y cuando entendemos que el otro es otro y a veces también es uno y a veces no tiene nada que ver con uno.  Maduras cuando te das  cuenta que si no eres la protagonista de tu propia película, no puede existir una historia; eso  también cuenta como crecer.

Más que personas que nos acompañen en nuestro dolor hacen falta personas que nos alejen de el; eso podrías  ser  tú y todo ese mundo que me has cambiado. 

La vida es ahora y es ahora el momento de vivir, de elegir. Elegir a quien dejar ir, donde quedarse, que camino tomar. Elegir ser feliz; porque es fácil y el truco está simplemente en descubrir los milagros cotidianos. No tenemos elección, pero de todas las probabilidades nos tocó la mejor: elegir el sentido. 
Dejemos que lo cierto sea lo que imaginamos, yo me imagino a tu lado siempre, por ejemplo.




viernes, 14 de marzo de 2014

Te escribo porque aún te siento.

 Hoy es una de esas noches en donde te encuentras vulnerable a la realidad.  

Soy todo aquello que me está pasando. Todos mis problemas son por pensar, demás. Siempre jugamos con las mentiras, hasta que un día olvidamos cual era nuestra verdad, nuestra realidad.  Nos pasaba el tiempo cuando decíamos que no pasaba nada y yo puedo decir, en mi defensa que nunca intenté defenderme, que siempre intenté querer. 

Lo que nunca dijiste fue lo que siempre necesite escuchar y como no ocurrió, contuve mis lagrimas y me inunde por dentro. Quisiera saber como hicieron las excusas para no faltarte. Nunca había sentido tanto frió como el día en que desaparecí de tu mirada. ¿Cómo le digo a las mariposas que ya no me amas más? 

Quizá todo son etapas, ciclos, capítulos, puertas que abren o cierran.  Mi problema es buscar recuerdos viejos en nuevas personas, por eso, tengo que madurar, para no mirar hacia atrás y seguir adelante. Hay finales que en vez de cerrar una puerta, abren los ojos.  
La verdad es que yo no esperaba un príncipe azul del tono correcto, esperaba por ti y a ti te importaba tan poco que ni siquiera mirabas mi ultima conexión. 


lunes, 17 de febrero de 2014

No te vayas sin llevarte tu tal vez.

No se puede ser amigo de la persona con la  que se suponía ibas a pasar tu vida.  O es todo, o es nada. No confundan recordar con extrañar; es sólo que un día después de tanto borrar te das cuenta que aún no estaba todo escrito y es que no  hay verdad que por más que sea buscada, no joda un poco cuando se encuentra.  Mi verdad no es muy difícil de entender: los que quieren están, los que no están, no quieren. 

Que siempre  nos llegue los que nos haga bien, aunque en el camino se queden muchos caprichos.  Uno cree que siempre tropieza con la misma piedra, pero al final voltea y mira que dejó todo un muro. Por eso, busquemos el día en que dejemos de buscar razones y empecemos a generar motivos. Ya  los techos no vienen con respuestas.

 A veces ser decepcionado es una ventaja; sirve para aprenderse a uno mismo. Para completarse y estar completo por cuenta propia.  No pienses, no quiero convencerte de nada, ni de esto; no estoy segura de nada  y eso me da tranquilidad, confío más en los que saben preguntar que en los que tienen todas las respuestas. 

Es doloroso perder a alguien que uno quiere, pero es más doloroso perderse uno mismo para conservar a alguien que tarde o temprano se irá. Hay una delgada linea entre estar enamorado y estar acostumbrado y hay que saber detectarla.

Madurar no es saber con quien quedarse sino a quien dejar. 

sábado, 11 de enero de 2014

"Para encontrar la salida del laberinto tenemos que empezar por dejar de construirlo". Fermín Panadero

Merecemos a alguien que acepte amarnos de verdad. Cuando entendamos esto es cuando nos daremos cuenta que la primera persona con la intención de luchar por ti tienes que ser tú.

 Siempre la vida nos dará  otras oportunidades. Tal vez en otra historia, en otro tiempo, en otro lugar pero habrá otras oportunidades. Siempre tendremos la posibilidad de mirarnos a los ojos y asegurarnos que podemos seguir adelante o que es tiempo de regresar. Siempre  seremos nosotros los que tendremos el control de nuestro destino y nuestro secreto consiste en aprender a valorar el tiempo; porque es poco, porque se agota y porque no vuelve. Esté tarde o temprano le encuentra  justificación a todo.

Comencemos por hacer lo que nos gusta y a hacerlo más seguido. Vivamos pensando que el mundo que estamos construyendo es donde van a vivir los más pequeños de nuestra familia. No permitamos que pase un sólo día sin que sepamos de las personas que amamos porque siempre nos hará más felices compartir nuestra vida con ellos. Digamos haciendo, ya que no hay mejor manera de decir.   Preparemosnos para querernos, querer y ser querido simultáneamente.
El verdadero mundo es el que soñamos.