Que siempre nos llegue los que nos haga bien, aunque en el camino se queden muchos caprichos. Uno cree que siempre tropieza con la misma piedra, pero al final voltea y mira que dejó todo un muro. Por eso, busquemos el día en que dejemos de buscar razones y empecemos a generar motivos. Ya los techos no vienen con respuestas.
A veces ser decepcionado es una ventaja; sirve para aprenderse a uno mismo. Para completarse y estar completo por cuenta propia. No pienses, no quiero convencerte de nada, ni de esto; no estoy segura de nada y eso me da tranquilidad, confío más en los que saben preguntar que en los que tienen todas las respuestas.
Es doloroso perder a alguien que uno quiere, pero es más doloroso perderse uno mismo para conservar a alguien que tarde o temprano se irá. Hay una delgada linea entre estar enamorado y estar acostumbrado y hay que saber detectarla.
Madurar no es saber con quien quedarse sino a quien dejar.