miércoles, 9 de diciembre de 2015

Una carta para mamá.

8/12/2015
Querida mamá, 

A lo mejor, de no ser tú, nadie me hubiera hablado del tiempo de mi llegada; de la mezcla de sentimientos intensos y muy opuestos que vinieron conmigo; de la angustia y de la responsabilidad que asumiste frente a los tiempos difíciles en los que me presente; de la emoción y del nerviosismo producto de la indertidumbre que generaba el no conocerme y tan sólo poder sentirme e imaginarme. 

Quizás de no ser tú, nadie me hubiera podido contar acerca de las muchas verguenzas y malcriadeces por las cuales te hice pasar, o de las alegrías que pudiste sentir al verme llena de vida en cada movimiento, en mis buenos pasos de baile y mi buen ritmo. Nadie me hubiera podido decir algo acerca de mis primeras sonrisas y de la felicidad que crearon o, lo más importante de todo, tal vez nunca hubiera podido saber de qué manera fui amada en cada caricia y en cada intento de consolar mi llanto, por más largo o corto que fuera. 

Sólo tú, en cada abrazo, en cada beso, en todas las veces que tomaste mi mano para enseñarme a caminar o a cruzar la calle; tú cuando reímos juntas y tambíen cuando peleamos (la mayor parte del tiempo), cuando cuidaste de mi fiebre o me quitaste los piojos; indiscutiblemente sólo tu que has estado conmigo mucho antes de que yo lo supiera o siquiera lo percibiera; qué harías por mi incluso lo que no harías por ti, qué te entregas y me entregas todo tu amor sin esperar nada a cambio (o muy poco), qué compartes tu tiempo, tus secretos y tus ganas, tú que siempre serás los brazos a los que puedo volver y el lugar en donde puedo sanar, tú que eres mi madre y me amas tanto; sólo tú has podido hacérmelo saber. 

Espero que Dios te de mucha vida, para seguir aún a tiempo y demostrarte lo muy importante que eres para mí, te amo y ¡Feliz cumpleaños!

lunes, 10 de agosto de 2015

¿Cuánto tiempo necesitaremos para reconocernos de nuevo?, ¿Cuánto tiempo necesitaré para perdonarte y comprender que nuestro tiempo se acabo? Que realmente nunca existió, que todo aquello que fue mi verdad absoluta, tal vez, ni siquiera fue verdad.  Que tú siempre has sido mi mejor mentira.

Aunque me haga la fuerte, cada uno de mis  respiros dice aún: te extraño. Me importas y porque me importas me he convertido en una  incoherente, que no hace más que decir de la boca para afuera una cosa y de la cabeza para adentro otra completamente diferente.   Se me es tan difícil seguir mis propios consejos.  ¿Por qué no vienes y me tocas como lo hacen tus recuerdos? Se suponía que tú me tenias que querer aunque ya yo no te quisiera, pero nunca tuve en cuenta que  existen amores grandes como el que yo te tuve, y amores chiquitos, como el que tú me tuviste.

La verdad es que para que las cosas terminen tienen que terminar mal.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Introspección absurda.

No me cansaba de mirarlo, me parecía tan hermoso como los héroes de los cuentos, y ahora, con la perspectiva del tiempo y la libertad, comprendo cuanto me humille por amor.
Deje de lado todo, desde mi personalidad hasta mi familia y amigos por soñar con un paraíso que no era para mi. Todo el tiempo planeaba minuciosamente acercarme, como si de un extraño se tratase, reinventandome día tras día, provocativa, hermosa y sin preocupaciones. Vivía atrapada bajo una mascara que fue incapaz de percibir.
Buscaba tocarlo, pero teniendo buena suerte, sólo conseguía enlazar mis manos con las suyas; mientras me erizaba por dentro ya que sentía que flaqueaba el abismo que existía entre nosotros.  Me sentía rechazada y  por ultimo, ya no buscaba romance puesto que sabia que era imposible, ya era sólo compañía; por algunas horas vivía la ilusión de haberlo reconquistado, pero luego llegaba la hora de despedirse, volvía a amanecer y todo era de nuevo como siempre. 
Me culpaba y en la angustia de adivinar que fallaba en mi, me examine por todos lados y lo único que descubrí fue una gran tristeza y que muy poco de lo que yo era  quedaba para mi misma. El día en que me abandono, me encontraba apunto de quebrarme en llanto a la primera pregunta que cualquiera me hiciese. No era capaz de hablar sobre mis sentimientos, se me quedaban atorados adentro como un inmenso bloque de hielo y es que  pasó bastante tiempo antes de que el hielo empezará a derretirse.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Te extraño, extraño.

 El miedo de perder a alguien que es importante para nosotros no se nos quita ni cuando ya lo hemos perdido, a pesar, de que todos hemos sufrido la nostalgia que deja el adiós y no nos hemos muerto por extrañar.  Yo extraño, yo te extraño a ti.  Durante cada minuto y cada segundo...  yo te busco desesperadamente y tú sólo te alejas. 

 Yo extraño al que solías ser  en esos tiempos en donde no estaba de moda  vestirse de  indiferencia. ¿Extraño? eres un extraño, porque ya no tengo  tu tiempo, ese que en algún momento me entregabas sin condiciones; ¿Qué sera de nuestras conversaciones cálidas y trasnochadas acerca de todo y de nada al mismo tiempo?, ¿A donde fueron a parar?,¿Extraño?,  sí, porque  ya   tus infinitos  ojos no se posan sobre mí, no al menos  de  la forma  en que lo hacían antes... tan especial,  atentos para percibir la belleza de mis movimientos, de mi sonrisa y de mi alma.   Has hecho todo lo que se puede hacer con el amor: trasformarlo. Has cambiado y ya hasta añoro incluso tus defectos, esos que me gustaba enumerar y resaltar para siempre salir ganadora de nuestra eterna pelea; defectos que ya no se si llamarlos  "virtudes". 

Quizás mi error estuvo en querer arreglar lo nuestro en el momento en que servía. Quizás nuestro error estuvo en creernos más inteligentes que él destino.  Lo único cierto es que ya casi no puedo reconocerte, el tiempo, la distancia y nuestros orgullos están jugando  en nuestra contra o simplemente  a nuestro favor.

Recuerdo aquella vez que dijiste que sabías que tarde o temprano yo sería quien te lastimaría y es que ahora, dentro de la ironía de la vida yo me preguntó,  ¿Qué te voy a romper si tú no tienes corazón?

¿Extraño? Si, eres un extraño.    Y te extraño.